top of page

El error nº1 al abrir un restaurante (y cómo evitarlo)

  • Foto del escritor: RIMA Consulting
    RIMA Consulting
  • 20 ago
  • 2 Min. de lectura
Food


Introducción


La mayoría de los restaurantes que fracasan en su primer año no lo hacen por falta de talento en cocina, ni porque la decoración sea fea, ni porque no haya clientes.


La verdadera causa suele ser más sencilla… y más peligrosa: abrir sin una planificación realista.


El entusiasmo es buenísimo para arrancar, pero si se mezcla con improvisación, se convierte en la receta perfecta para el desastre.


Vamos a ver en detalle cuál es ese error, por qué ocurre tanto y, sobre todo, cómo evitarlo.




Confundir la idea con el negocio


Muchos empiezan con una idea bonita: “un restaurante de comida mediterránea moderna”, “un gastrobar con toques fusión” o “una taberna reinventada”.


Todo eso está muy bien… pero no es un negocio.


Un negocio requiere saber cuántos clientes necesitas al día para cubrir gastos, cuál será tu ticket medio, cuánto te costará cada plato y qué margen tendrás.


Sin esas cifras claras, estás navegando a ciegas.




No calcular el presupuesto real


Abrir un restaurante cuesta más de lo que crees, siempre.


Entre licencias, obras, mobiliario, maquinaria, stock inicial y marketing, la factura se dispara.


El error es pensar solo en la inversión inicial y olvidarse del colchón para sobrevivir los primeros meses, cuando todavía estás construyendo clientela.


Muchos mueren no porque no sean buenos, sino porque se quedan sin aire económico antes de despegar.




Confiar en que “el cliente vendrá solo”


Un buen producto no garantiza un buen arranque.


Si no generas expectación antes de abrir y no tienes un plan para atraer gente desde el primer día, tendrás mesas vacías y gastos fijos corriendo.


El marketing previo y las acciones de lanzamiento no son un gasto, son una inversión en supervivencia.




Subestimar la gestión diaria


La cocina y la sala son solo la punta del iceberg.


Detrás están los números, el control de compras, las nóminas, los proveedores, el stock, la estrategia… y eso requiere tiempo y capacidad de gestión.


Muchos abren pensando que podrán “ir aprendiendo sobre la marcha”, pero cuando se dan cuenta ya están apagando incendios y con la rentabilidad por los suelos.




Cómo evitarlo


  • Haz un plan de negocio completo y honesto, con proyecciones realistas y margen para imprevistos.

  • Calcula tu punto de equilibrio antes de firmar el alquiler.

  • Define tu estrategia de captación de clientes desde el día uno.

  • Diseña tus procesos de gestión antes de abrir, no después.


En resumen: abre solo cuando tengas la certeza de que tu idea está respaldada por un plan sólido y ejecutable.




Conclusión


El error nº1 al abrir un restaurante es lanzarse sin una estructura que respalde la ilusión.


El sueño de abrir un negocio gastronómico puede hacerse realidad, pero solo si se combina pasión con estrategia y una buena dosis de números claros.


En RIMA Consulting acompañamos a nuestros clientes en cada paso para que su apertura no sea una apuesta, sino una inversión con futuro.


Descubre cómo podemos ayudarte en www.rima-consulting.es

 
 
bottom of page