Errores en el control de inventario que te están costando dinero
- RIMA Consulting

- 3 sept
- 2 Min. de lectura

Introducción
En un restaurante, el control de inventario es como el termómetro que mide la salud del negocio.
Si está mal gestionado, las pérdidas no tardan en aparecer, y lo más peligroso es que muchas veces pasan desapercibidas.
Mermas no registradas, compras desproporcionadas, caducidades… todo suma.
Y cuando te das cuenta, el margen de beneficio se ha reducido tanto que mantener el ritmo se vuelve insostenible.
Por qué un inventario mal gestionado es un agujero invisible
Cuando no sabes con exactitud qué tienes en stock, trabajas a ciegas.
Esto provoca dos problemas graves: acumulas producto que no rota y pierdes ventas por falta de ingredientes clave.
Ambas situaciones se traducen en pérdidas, ya sea porque el producto caduca o porque no puedes vender lo que la gente viene a pedir.
Y no se trata solo de dinero: el caos en el almacén también desgasta al equipo, genera estrés y obliga a improvisar constantemente.
Cómo mejorar el control de inventario en un restaurante
La palabra clave aquí es disciplina.
El control de inventario en un restaurante no puede ser una tarea improvisada que se hace de vez en cuando.
Requiere constancia, método y una forma de trabajar que involucre a todo el equipo.
La revisión periódica del stock, el etiquetado claro de productos y la rotación ordenada de mercancía son pasos esenciales para garantizar que lo que compraste se utilice en el momento adecuado.
También es vital conectar el inventario con las compras y el consumo real: si un plato vende menos de lo previsto, hay que ajustar el pedido antes de que se convierta en merma.
El inventario como herramienta de rentabilidad
Muchos hosteleros piensan que controlar el inventario es solo para “saber lo que hay”.
En realidad, es una de las herramientas más poderosas para aumentar la rentabilidad.
Cuando conoces exactamente lo que entra y lo que sale, puedes calcular con precisión el coste real de cada plato, detectar fugas de dinero y tomar decisiones rápidas para corregir desajustes.
Un inventario ordenado y actualizado es, en el fondo, un mapa que te indica dónde estás perdiendo y dónde puedes ganar más.
Conclusión
Un inventario bien gestionado no es un lujo ni un capricho de organización: es una inversión directa en la rentabilidad de tu restaurante.
Dejarlo al azar es abrir la puerta a pérdidas silenciosas que se acumulan día tras día.
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