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¿Por qué se me va el personal?

  • Foto del escritor: RIMA Consulting
    RIMA Consulting
  • hace 5 días
  • 2 Min. de lectura
Staff


Introducción


Muchos hosteleros viven en una rueda constante de reclutamiento, formación y decepción.


Contratan, enseñan, aguantan… y al poco tiempo, el empleado se va.


Otra vez.Y vuelta a empezar.


Y aunque a veces parece “lo normal” en hostelería, no lo es.


La rotación excesiva es una señal de que algo no está bien.


Y si no se corrige, el problema se vuelve estructural.


Veamos por qué ocurre y cómo empezar a solucionarlo.




Sistema de acogida


Muchos empleados entran a trabajar el primer día sin saber ni qué uniforme llevar, ni a quién dirigirse, ni cómo funciona el servicio.


Van a remolque desde el minuto uno.


No hay una hoja de bienvenida.

No hay manual.

No hay formación inicial estructurada.


Y eso genera frustración, inseguridad y sensación de caos.


Un trabajador que empieza mal… difícilmente se quedará.




¿Tienes funciones definidas?


La mayoría de los locales no tienen descripciones de puesto, ni funciones claras, ni objetivos definidos por rol.


El personal va “haciendo lo que puede”.


Y si le echas la bronca por algo, probablemente no sabía que eso era su responsabilidad.


Sin claridad no hay exigencia posible.


Y sin estructura, no hay profesionalismo.




¿Eres exigente, o más bien gilipollas?


Ser exigente no es gritar. No es humillar. No es machacar al nuevo para ver si “aguanta”.


Muchos locales tienen ambientes de tensión permanente, comentarios fuera de lugar, falta de respeto entre compañeros o jefes que solo aparecen para señalar errores.


Un entorno así, por muy profesional que sea el equipo, termina vaciándose.


Porque nadie quiere ir a trabajar a un sitio donde se siente maltratado.




¿Sabes ver el talento?


Hay personas que valen mucho más de lo que muestran… si se las observa bien.


Pero si nadie se toma el tiempo de conocer al equipo, detectar habilidades, proponerles retos o darles espacio para crecer, lo normal es que se sientan estancados.


Y cuando alguien siente que no avanza, lo más probable es que se acabe yendo.




Liderar vs Mandar


La rotación no es solo un problema de personal. Es un síntoma de falta de liderazgo.


Un equipo bien liderado no necesita motivación externa cada semana.


Porque hay comunicación clara, criterios compartidos, reconocimiento y dirección.


Cuando no hay liderazgo, todo depende del aguante emocional del personal.


Y eso no es sostenible.




Conclusión


La rotación no es “lo normal” en hostelería. Es un síntoma de que algo va mal.


Y cuando se repite constantemente, conviene dejar de mirar solo al empleado…y empezar a mirar hacia dentro.


Con procesos claros, liderazgo real y una cultura bien construida, el equipo no solo se queda. Se compromete.


Porque el personal no busca un sitio perfecto.Busca un sitio donde se le respete, se le escuche y se le permita crecer.


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