¿Sabes cuánto ganas realmente con tu negocio?

Cuando trabajas duro pero no sabes qué te queda

Hay una frase que me pone en alerta inmediata cuando empiezo una asesoría:

“Bueno, ganar... más o menos vamos tirando”.

Mal rollo.

El problema es que muchos hosteleros no saben realmente si ganan, cuánto ganan o si están perdiendo dinero sin darse cuenta.

Hoy te explico por qué pasa esto y cómo solucionarlo de forma práctica.

Control de ingresos y gastos

Parece básico… pero no lo es.

Muchos locales solo miran la caja diaria.

Si entra dinero y se puede pagar lo del día siguiente, todo “va bien”.

Pero no se anotan gastos reales, no se contemplan pagos trimestrales, no hay previsión de impuestos, no se separa lo personal de lo profesional…

Y así es imposible saber cuánto queda.

O si queda algo.

¿Te pagas sueldo?

Otro clásico: el dueño no cobra, o cobra “lo que se puede”, o directamente va tirando de caja según el mes.

Eso genera una distorsión enorme.

Porque si tú no te pagas, el negocio puede parecer rentable… pero no lo es.

Tienes que considerar tu sueldo como un gasto fijo.

Si el negocio no lo cubre, hay un problema estructural.

¿Sabes cuanto margen te deja cada plato?

¿Cuánto margen deja ese risotto que vendes tanto?

¿Y esa hamburguesa premium?

¿Y ese menú del día?

Sin escandallos ni fichas técnicas actualizadas, todo se gestiona “por intuición”.

Y la intuición, en hostelería, suele ser muy cara.

Tienes que saber qué platos te hacen ganar dinero y cuáles solo ocupan espacio y consumen recursos.

¿Crees que por facturar bien estás ganando?

Facturar mucho no es ganar mucho.

Puedes tener un restaurante lleno… y estar perdiendo dinero todos los días.

Si no conoces tu punto de equilibrio, tu margen medio y tus costes variables, la facturación es solo humo.

Hay negocios que facturan 100.000 € y apenas ganan 3.000 €.

Y otros que con 30.000 € al mes ganan lo mismo.

No es cuánto facturas. Es cómo lo gestionas.

¿Y las fugas?

Compras mal negociadas.

Proveedores con precios inflados.

Mermas diarias que no se controlan.

Horas extra que se pagan sin revisar productividad.

Descuadres constantes en la caja.

Todo eso suma.

Y muchas veces, las pérdidas no están en lo evidente… sino en los detalles del día a día.

Conclusión

Si no sabes cuánto ganas, no puedes tomar decisiones con criterio. Y si no tomas decisiones con criterio, tu negocio camina a ciegas.

Tener control económico no es solo para los grandes. Es lo mínimo que necesita cualquier restaurante para ser sostenible.

Y si ahora mismo no lo tienes, no es culpa tuya. Pero sí es tu responsabilidad cambiarlo.

¿Quieres saber realmente cuánto estás ganando… y cómo ganar más?

En RIMA Consulting analizamos tus números, detectamos fugas invisibles y te damos las herramientas para que tomes el control económico de tu restaurante, sin complicaciones ni tecnicismos.

Tu rentabilidad no debería ser una incógnita. Nosotros te ayudamos a despejarla.

Visita nuestra web: www.rima-consulting.es